Acta bautismal de Emilio Botín, AHDS 06715, fol. 77 vº

La elaboración de índices sacramentales siempre nos da alguna sorpresa que crea un gran revuelo y altera la rutina de trabajo del archivo. Durante la indización del Libro de Bautizados de la parroquia de Nuestra Señora de la Anunciación de Santander de 1864 a 1868, antigua Compañía, se ha localizado una partida que nos ha despertado cierto interés, la de Emilio Julián Rafael Botín Aguirre. Tras una breve investigación genealógica hemos comprobado que corresponde a la anotación de bautismo del primer presidente del Banco Santander, padre de Emilio Botín Sanz de Sautuola, abuelo de  Emilio Botín- Sanz de Sautuola y García de los Ríos, y bisabuelo de la actual presidenta, Ana Patricia Botín- Sanz de Sautuola O’Shea.

La partida sacramental tiene una extensión de media hoja, situada en el folio 77 vº del libro 06715. Comienza con la fecha de celebración del bautismo, el quince de Enero de 1866, en la parroquia  de la antigua Compañía en Santander. Entre otros, se aporta el nombre de sus progenitores, Emilio Botín y Aguirre y Elena López de la Sota, y su vecindad, los abuelos paternos y maternos, e incluso los padrinos Rafael Botín y Aguirre y Gertrudis de la Sota. El origen del Banco Santander le fechamos a 15 de mayo de 1857, tras la firma de autorización de la Reina Isabel II. Entre los años 1900-1919 alcanzó mayor perspectiva, doblando su balance, aumentado sus ingresos y su rentabilidad. Será en febrero de 1920 cuando Emilio Botín López tomó la presidencia fija del Banco, hasta su muerte en 1923. En estos años se vive un tiempo decisivo para la entidad bancaria, marcado por la creación de varias sucursales tanto en la propia provincia de Santander como en la vecina de Burgos, la fundación del Banco de Torrelavega y la ubicación de su sede en el Paseo de Pereda. Tras estos primeros pasos le seguirá un proceso gradual de expansión tanto nacional como internacional, repartiendo sus sedes por toda América y Europa.

Sin duda, las grandes beneficiarias de la creación del Banco han sido y son la ciudad de Santander y la comunidad de Cantabria, a las que ha dotado de prestigio, llevando su nombre por todo el mundo, y contribuyendo a su desarrollo y expansión económica y comercial. Un ejemplo de este fomento, es la labor que en los últimos años viene desarrollando la Fundación Botín, creada para la promoción social y cultural de Cantabria. Entre sus proyectos estrella destaca el Centro Botín, desde el cual se aprovecha el potencial que tienen las artes para despertar la capacidad creativa.